Los factores genéticos, los  hábitos orales inadecuados y una incorrecta alimentación son las causas principales de maloclusión en los niños de hoy en día.

Las dietas actuales son dietas blandas , que implican menos trabajo de la musculatura masticatoria, y por consiguiente menos desarrollo de los huesos faciales.

El tamaño de nuestro maxilar y mandíbula son más pequeños que los del hombre primitivo, de ahí que tengamos muchas veces apiñamiento y problemas de espacio para las muelas del “juicio”.

Se ha podido comprobar que en algunas sociedades que vivían aisladas y poco evolucionadas respecto al resto de la sociedad , como los esquimales, no se conocían los problemas de apiñamiento u otro tipo de maloclusiones dentales. Fue a partir de la incorporación de la dieta del hombre blanco, cuando empezaron a aparecer las primeras generaciones con falta de desarrollo de los maxilares y por tanto problemas de espacio para los dientes.

Debemos seguir los consejos del pediatra en cuanto a en qué momento el niño debe pasar de dieta líquida a semisólida y a sólida. Pero cuando ya no sea necesario, es muy importante, evitar alargar en el tiempo las comidas muy trituradas, como purés y papillas, ya que el niño engulle, sin mover prácticamente ningún músculo masticatorio, lo que conlleva a un menor desarrollo de los huesos.

Debemos evitar también el uso excesivo de “pajitas” y biberones ya que ,favorece que el paladar se estreche y los incisivos superiores se deformen.

 

 

 

Bibliografia

1.Price, W, Nutrition and physical degeneration (1939)

2.Farrel, Chris. “The myobrace system: Biologically focused treatment innovation”. Australasian Dental practice, Septiembre 2016

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